Por ello pide a Cárdenas que viaje a Zaragoza y París, conozca a fondo a ambos pretendientes y le informe con pelos y señales de cómo son. Y luego, decidirá ella¿
Cárdenas cumple la orden de Isabel¿ pero, como Chacón y Carrillo su apuesta es clara: Fernando de Aragón. La apuesta de Juan II, rey de Aragón, también es clara: Aragón, en guerra con Francia, necesita apoyos. Su situación financiera es complicada¿ Y esta boda puede ser una buena opción de futuro, al unir los intereses de su reino con los de Castilla.